«Esta singular travesía, la más larga sin sifones entre bocas de Europa, algo más de 12 km y por delante de la segunda, Caballos – Valle (11 km) de Rasines, resulta una de las experiencias más bellas que cualquier espeleólogo pueda afrontar».
Calígrafos, larga, con mil laminadores y preciosa. Así a modo resumen.
Era diciembre de 2023 y Sonia, Sandra, Carlos y yo decidimos afrontar esta gran travesía.
Habíamos entrado varias veces hasta conocer la zona de la galería de las Anémonas y los pozos del Zan Brun, así la zona de la salida estaba bajo control.
Dejamos un coche donde la cueva Gándara y nos subimos en otro hasta el puerto de Lunada, una hora de viaje aproximadamente, esta lejos para ser un solo sistema.
Estaba medio nevado super bonito.
Después de una bonita aproximación, de algo menos de una hora, nos ponemos los equipos y nos despedimos del sol hasta el día siguiente.
Siempre hay que echarse unas risas si se tiene la oportunidad.
Y llegamos a la entrada de Calígrafos. Nos esperan 12 kilómetros bajo tierra.
Las primeras horas son una mierda muy grande, laminadores y galerías de techo bajo que te obligan a ir a cuatro patas arrastrando la saca. La Galería del Lagarto.
La cueva sigue esta morfología varios kilómetros hasta la zona de la unión donde gana alto de altura y aparecen varios ríos.
Después de cruzar nose cuantos ríos y aportes (Río de la Confluencia, Río del Tigre y Río Papillote), andamos por unas cómodas galerías con arenas de playa (Galerías de las Dunas) hasta el primer vivac, en la sala de la Sardina Cabezona, donte tomaremos el aire y un bocata.
La cueva ahora se vuelve un caos de bloques, galerias y varias salas seguidas (Sala Scooter y Sala Catalana), que nos dejan justo encima del Río Viscoso, al que habrá que acceder por unas gateras en medio del caos de bloques de la Sala Catalana.
Y llegamos al Río Viscoso, techos bajos, laminadores y agua por todos lados. Se me hizo un poco largo he de decir. Hay que mojarse los pies un poco.
No habrá que recorrer el río entero, al cabo de un rato largo se sale por la derecha, a unas galerías fósiles donde nos encontraremos un lugar seco llamado vivac 3, donde comeremos algo y rellenaremos agua en un curso de aguas cercano (lleven pastillas de cloro, no me sentó bien este agua).
Seguiremos avanzando por estas galerias fósiles con diferentes trepes y destrepes hasta toparnos con una cuerda, estaremos en la base del P50 que habrá que jumarear para poder continuar con la travesía (pozo en fijo y reinstalado recientemente).
Una vez arriba del pozo, creo recordar que tenía tres fraccionamientos, comenzará la Galería de Myotte. Esta galería me encantó muchísimo, super cómoda, de suelos de arena y buen tamaño, que bien es andar por sitios así.
Esta galería nos lleva a la Sala del Gran Pozo, un agujero de casi 100 metros de profundidad por donde se precipita un torrente de agua al oscuro vacío que forma. Lo rodearemos por su izquierda por un pasamanos en fijo y nos colaremos por una ventana que nos dará acceso a la base de un pequeño pozo (en fijo) que habrá que ascender.
Existe un vivac al otro lado de la Sala del Gran Pozo donde se puede descansar y coger agua, aunque nosotros nos lo saltamos ya que íbamos bien.
Nos encontramos en el inicio de la Galería de la Abuela Denis, otra galería parecida a la de Myotte, cómoda en general y bastante larga, pero con varias cuerdas que tendremos que ascensder/descender de por medio.
Justo al final de esta, tenemos la opción de hacer un pequeño desvío para ver la Galería de las Anémonas, con formaciones de Yeso espectaculares.
Continuamos con la travesía, habrá que descender un pozo de 15 metros (en fijo), continuar por unas galerias de bloques (Salto del Caballo), colarnos por un paso estrecho a la izquierda entre bloque y después otro a la derecha, para acceder a unos tubos de presión. Estos nos dejarán en la Galería del vivac de los Franceses (vivac 1).
Un poco antes, si os fijais en la topografía, podemos tomar un desvío por un meandro super guapo hasta la Cascada del Zan Brun (dicen que tiene unos 150 metros de altura), que te dejará boquiabierto.
Continuaremos por la gigantesca Galería de Cruzille hasta la Sala del Angel, donde tendremos otra bonita cascada y unas excentricas de lo mas peculiares.
Subimos el caos de bloques que forma esta sala, aquí me dió un bajoncillo… gracias Sonia por el punto caliente y el bote de miel, hasta la base del Pozo de las Hadas (QUE TENEMOS QUE INSTALAR PREVIAMENTE CON UNA CUERDA DE AL MENOS, 60 metros), lo jumareamos y comenzamos un poco después el Delator (Se hace un poco pesado con la paliza que llevamos encima). Sala del Fisco, Galería de los Alisios, bordeamos el Pozo del Oso y después de una cuesta de bloques hacia arriba, estamos fuera, pfff que pasada de travesia, que paliza me llevo, me duele el cuerpo entero.
Es la parte más bonita de las travesías duras, cuando sales de ellas 🙂
Si quereis la descripción completa, así como la topografía, pincha aquí.
Os dejo un video resumen de la actividad, quedó bien guapo Carlos.