Dôme de Neige 4015m

Primera entrada de una nueva categoría en mi blog, MONTAÑA. Ahora que ando profundizando más la escalada y en las cimas, que mejor que subir unas fotos del que ha sido mi primer 4000, primero de muchos. El Dôme de Neige, con sus 4015 metros, en el macizo de los Ecrins («Ecrans»).

La aventura empezó en el camping de Ailefroide, ¡Qué camping mas bonito!. Nos movemos con el coche entre grandes paredes de granito hasta el refugio du Pré de Carle Madame, allí terminamos de preparar las mochilas y echamos un buen trago de agua. Mochila al hombro y parriba.

El camino va cogiendo altura, las vistas son impresionantes, con el glaciar Noir a nuestra izquierda y el monte Pelvoux a nuestras espaldas.

El camino llega hasta el primer refugio y poco después en un alto se empieza a observar la magnitud del glaciar Blanc.

Para evitar esta grandes grietas que se forman al final del glaciar, decidimos seguir por un camino marcado con puntos blancos, que recorre el lateral del glaciar, no se si fué la mejor opción, estaba muy descompuesto y todo era subir y bajar en eses.

Al rato llegamos al glaciar, y tocó equiparse y encordarse para cruzarlo hasta el refugio de les Ecrins.

El tramo hasta el glaciar era corto y solo había un par de pequeñas grietas que se saltaban sin peligro.

Llegamos al refugio, bebimos un té caliente, cenamos pan y embutido y nos fuimos pronto a dormir, mañana a las 3 teníamos el desayuno y nos tocaba subir un 4000.

Poco o nada dormimos, calor, ronquidos, nervios… 3AM en pie, bajamos a desayunar, la gente parecía con prisas, desayunaron rapido, se pusieron el equipo y salieron del refugio. Nosotros fuimos a una marcha menos, teníamos todo el día y correr a esas horas no es bien para el cerebro.

Sobre las 4 estábamos saliendo del refugio, por el glaciar se veían los frontales de todas las cordadas que ya estaban en marcha, totalmente a oscuras, una estampa super curiosa.

Bajamos la cuesta de piedras sueltas, con cuidado porque bajabas hasta abajo, nos encordamos de nuevo y empezamos a cruzar el glaciar, con los frontales encendidos, en la más absoluta oscuridad.

Poco a poco fue amaneciendo a nuestras espaldas, me encantan los amanecer en medio de la montaña, todo se tiñe de colores naranjas, morados y azules.

Una vez superado el glaciar, nos encontramos con la enorme masa de hielo que forma la Barre des Ecrins y el Dôme de Neige, echamos un trago de agua y poquito a poco hacia la cumbre.

Las pendientes ascienden hasta unos 45º en algunos tramos, el glaciar iba haciendose pequeño a nuestras espaldas. Llegamos a la cima a eso de las 9AM, con un viento helado que hacia que dejases de sentir las puntas de los dedos.

Después de echar un vistazo y hacernos unas fotos, comenzamos el descenso, nos estábamos congelando allí parados.

Pablo Rubio Escrito por:

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *